¿Cómo funcionan los gatillos mentales?
Los gatillos mentales son disparadores o estímulos psicológicos que buscan influenciar a las personas para que tomen una decisión.
Dichos estímulos se presentan en forma escrita, a través de imágenes y por supuesto de manera oral también.
El marketing hace uso de gatillos mentales para lograr una venta exitosa.
Su objetivo es empujar a la persona a que tome decisión de compra.
A través de impulsos disparadores en publicidad, se logra llegar al cerebro del receptor generando una necesidad de tomar acción, acción que le permitirá solucionar un problema, resolver una necesidad y así obtener resultados positivos.
A estos gatillos mentales también se los denomia "mental trigguers"
Las personas tienen dos formas de obrar para la toma de decisiones.
Una parte racional y la otra no racional.
Es decir, una parte lógica y calculadora que toma decisiones de manera más lenta (racional).
Y otra parte que toma decisiones de manera más rápida, subconsciente y funciona como mecanismo de supervivencia.
¿Dónde puedes usar los gatillos mentales?
En tu tienda online, en los emails marketing, en las landing pages, en tus redes sociales, mismo tu página web.
Puedes ofrecer algo gratuito como un curso, un ebook, un webinar, una masterclass, etc.
En tu estrategia de marketing, si sabes potenciar estos gatillos mentales, lograrás éxito y muchas ventas.
Aumenta tus ventas utilizando los gatillos mentales
Urgencia
Un gatillo mental súper ganador. Generas miedo en el posible comprador, el tiempo de la oferta se acaba y no habrá otra oportunidad. No debe pensarlo mucho y necesita comprar Ya!
En cuanto a su imagen, si utilizas un reloj o un temporizador con cuenta regresiva es súper agobiante para quien toma rápidas decisiones. No debe pensarlo mucho, el tiempo de la promoción se termina.
Escasez
Otra vez usando el estimulo del miedo. El miedo al poco stock, a que se acaba y otros podrían aprovechar esa promoción. La frustración de no adquirirlo ya, de no tenerlo.
Prueba Social
Basado en los testimonios de otros compradores satisfechos y que dan crédito de la calidad del producto o servicio ofrecido, esto genera confianza en el nuevo receptor.
No dudes en publicar los comentarios recibidos, esto es la mejor prueba que tienes de que tu producto es indispensable para comprarlo.
Autoridad
Este tipo de testimonio le corresponde a un experto en la materia. Puedes ser tú mismo, donde generas autoridad y respeto a través de tu web bien cuidada con contenido de calidad o también cuando un profesional del área da crédito de tu empresa. También cuando un influencer o blogger habla de tu producto o servicio generando en los seguidores mayor confianza y rapidez en la decisión de compra.
Reciprocidad
Si generas valor, si brindas contenido que enseñe, eduque pero sin pedir nada a cambio, puedes generar ese hermoso estímulo de reciprocidad, el impulso de retribución.
Compromiso y consistencia
El compromiso no sólo lo brindas tu con tu servicio o producto. Lo que prometes, lo cumples y de esta manera serás capaz de generar ese estímulo de manera inversa.
La consistencia vendrá (sin ser insistente ni obligando a que te devuelvan una respuesta de satisfacción) cuando logras un feedback de manera positiva porque has sabido acompañar en el proceso durante y después de la compra para asegurarte que lo ofrecido resolvió el problema o necesidad de tu cliente.
¿Cómo usar los gatillos mentales?
Implementando las correctas estrategias de acuerdo a lo planeado, podemos manejar las emociones del receptor: felicidad, miedo, seguridad, urgencia, exclusividad, confianza, etc.
No fuerces la comunicación excediéndote en una persistencia tediosa.
La buena estrategia lo induce de manera inconsciente. En tu mensaje pondrás todos tus recursos pero sin obligarlo porque quedaría en evidencia tu objetivo y eso puede jugarte en contra.
Aprovecha la necesidad del cerebro del consumidor a tomar elecciones que le permitan ahorrar esfuerzo y energía.
Ahí dispara esos gatillos mentales que harán sentirle en la necesidad de tener lo que ofreces porque eso le dará prestigio, le resolverá su problema, estará contento porque habrá hecho una compra inteligente al ahorrar con ese descuento, se sentirá poderoso porque obtuvo algo gratuito y encima le dejará con las ganas de adquirir más de ese producto, etc.
Así, ¡todos ganan!
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